Un andinista estadounidense de 30 años murió la noche del sábado en el cerro Aconcagua y es la primera víctima fatal de la temporada 2023/2024. Estaba junto a un guía y otros dos andinistas cuando se descompensó en la zona de la Cueva, a 6.700 metros de altura sobre el nivel del mar.
Fue identificado como Raúl Alexander Tartera, quien pese a los esfuerzos que hizo su guía y compañeros de expedición para descender, no logró reponerse y murió en la noche del sábado.
El guía Pedro Lizabe avisó por radio al Servicio Médico «Extreme Medicine» que estaba con un andinista de Estados Unidos en muy mal estado en la zona de la Cueva, a 6.700 metros de altura. Pidió autorización para colocarle medicación y oxígeno para tratar de mejorar su estado de salud y continuar el descenso hacia Plaza de Mulas para que sea atendido.
Más tarde, el guía indicó que seguía descompensado y que habían podido avanzar unos pocos metros en un par de horas. Además, las condiciones complicaban la situación debido a que la temperatura estaba por debajo de los 30 grados bajo cero y mucho viento.
Personal de la Patrulla de Rescate de Alta Montaña (UPRAM) iba en camino hacia el lugar donde estaban los andinistas, cuando Lizabe volvió a comunicarse por radio luego de las 23.30 y dijo que el estadounidense sufría un paro cardiorrespiratorio. Los médicos le dijeron que le hiciera maniobras de RCP, y 10 minutos más tarde confirmó que no reaccionaba.
Debido a las malas condiciones del tiempo, el frío, el viento, la altura y el cansancio extremo de los sobrevivientes, les recomendaron que dejaran el cuerpo de Tartera señalizado y descendieran por lo menos hasta Nido de Cóndores, a 5.550 metros de altura, para ser asistidos con bebidas calientes y se recuperaran.
Algunos de ellos sufrieron principio de congelamiento en manos y pies, además de la cara por la exposición al viento helado.
Se esperan que el tiempo mejore para que los rescatistas puedan subir a buscar el cuerpo del estadounidense Raúl Alexander Tartera, de 30 años.